Considerando que todo masón regular está obligado por los estatutos derivados de la Constitución de Anderson a creer en Dios y en la inmortalidad del alma, ¿cómo se siente el católico masón ante el hecho de que su Iglesia, yendo en contra del Código de Derecho Canónico, lo excomulga ilegalmente y, a menos que se arrepienta y abjure de la masonería, su alma estará condenada y arderá eternamente en el infierno?

Este estudio ayudará a derribar el muro del Genocidio Espiritual practicado contra los católicos masones que no maquinan contra la iglesia, pero que la ilegal Declaración sobre la Masonería del 26-11-1983 del Dr. Joseph Ratzinger, contrariando al propio Código de Derecho Canónico de 1983/2021 y en clara violación a los Derechos Humanos y a las Constituciones Nacionales, los coloca en estado de pecado grave y los aleja de la comunión, lo cual en la práctica resulta en una verdadera excomunión. De esta suerte, cuando una persona muere, se produce el Juicio Individual y el alma del católico masón es condenada a arder eternamente en el infierno en una muerte cruel y sin esperanza de resurrección inclusive en el día del Juicio Final, conforme lo establecen los cánones de la Iglesia sobre las consecuencias de permanecer en el estado de pecado grave y no poder acceder a la sagrada comunión.

Cuál sería la opción del católico masón: ¿renegar de la masonería o arder en el Infierno?

Pero a partir del 2024 esto puede cambiar, cuando miles de pleitos, en todo el mundo, le pidan al Juez de Derecho, con competencia en la jurisdicción correspondiente al domicilio del querellante, que el católico masón que no conspira contra la Iglesia pueda comulgar libremente y en paz, porque según el Código de Derecho Canónico, la masonería ya no está más excomulgada, como se explica en este libro.
Debemos llevar la paz a 1.300 millones de católicos evitando el sufrimiento de los católicos masones y sus familias por causa de una inmerecida excomunión.