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Historia de la exégesis del Nuevo Testamento
Acercarse a los veintisiete escritos componentes del Nuevo Testamento siempre ha supuesto para los lectores y estudiosos de todos los siglos de la Era Cristiana un riesgo de insospechadas consecuencias. La razón no es otra que la centralidad absoluta de una figura, de un personaje singular, el carpintero galileo Jesús de Nazaret, que impregna cada uno de sus capítulos, desde la genealogía inicial del Evangelio según San Mateo hasta las imágenes impactantes y las promesas recogidas en el libro del Apocalipsis. Una figura, que como tantas veces se ha expuesto, no puede dejar indiferente a nadie.
Ello explica el hecho de que, partiendo de los llamados Padres Apostólicos, y pasando por los Padres Griegos y Latinos de la Antigüedad, los grandes pensadores y maestros medievales, los reformadores protestantes del siglo XVI y sus adversarios católicos romanos, hasta llegar a los grandes teólogos y exegetas de todas las denominaciones cristianas que han vivido y escrito en esta Edad Contemporánea en la que hoy nos encontramos, se hayan prodigado estudios, tratados y publicaciones de muy diversas tendencias y orientaciones ideológicas o doctrinales con la pretensión de explicar, de profundizar la realidad del Nazareno, de su mensaje, de su obra, y de manera muy especial, de cuanto se refiere a su pasión, muerte y (para los creyentes cristianos) resurrección, ascensión y las promesas de su futura parusía.
El lector hallará en esta obra que tiene entre sus manos un recorrido de todos esos estudios e interpretaciones en toda su amplia diversidad, de las discusiones que se suscitaron en su momento, algunas de las cuales continúan hoy tan vivas como cuando despuntaron, así como de los nombres más destacados de quienes protagonizaron el largo y arduo camino de la erudición neotestamentaria.
Nadie ha dicho la última palabra en lo que toca a la exégesis del Nuevo Testamento y la figura de Jesús. De lo que se creyó o lo que se enseñó en el pasado más remoto y más reciente queda un testimonio histórico patente, inigualablemente documentado, que señala unos caminos, que apunta a unas líneas de trabajo aún en plena vigencia.
Jesús de Nazaret siempre constituirá un reto, un desafío permanente para el pensamiento, un personaje histórico y controvertido donde los haya habido, por sus indiscutibles cualidades morales, por los eventos extraordinarios que protagonizó en su medio vital de la Palestina de hace veinte siglos, así como por su plena conciencia de una clara misión divina exclusiva para él: la redención de la humanidad. La interpretación y la exégesis del Nuevo Testamento se orientan, pues, indefectiblemente, a un encuentro con el Nazareno cuyos resultados pueden llegar a ser asombrosos.
Acercarse a los veintisiete escritos componentes del Nuevo Testamento siempre ha supuesto para los lectores y estudiosos de todos los siglos de la Era Cristiana un riesgo de insospechadas consecuencias. La razón no es otra que la centralidad absoluta de una figura, de un personaje singular, el carpintero galileo Jesús de Nazaret, que impregna cada uno de sus capítulos, desde la genealogía inicial del Evangelio según San Mateo hasta las imágenes impactantes y las promesas recogidas en el libro del Apocalipsis. Una figura, que como tantas veces se ha expuesto, no puede dejar indiferente a nadie.
Ello explica el hecho de que, partiendo de los llamados Padres Apostólicos, y pasando por los Padres Griegos y Latinos de la Antigüedad, los grandes pensadores y maestros medievales, los reformadores protestantes del siglo XVI y sus adversarios católicos romanos, hasta llegar a los grandes teólogos y exegetas de todas las denominaciones cristianas que han vivido y escrito en esta Edad Contemporánea en la que hoy nos encontramos, se hayan prodigado estudios, tratados y publicaciones de muy diversas tendencias y orientaciones ideológicas o doctrinales con la pretensión de explicar, de profundizar la realidad del Nazareno, de su mensaje, de su obra, y de manera muy especial, de cuanto se refiere a su pasión, muerte y (para los creyentes cristianos) resurrección, ascensión y las promesas de su futura parusía.
El lector hallará en esta obra que tiene entre sus manos un recorrido de todos esos estudios e interpretaciones en toda su amplia diversidad, de las discusiones que se suscitaron en su momento, algunas de las cuales continúan hoy tan vivas como cuando despuntaron, así como de los nombres más destacados de quienes protagonizaron el largo y arduo camino de la erudición neotestamentaria.
Nadie ha dicho la última palabra en lo que toca a la exégesis del Nuevo Testamento y la figura de Jesús. De lo que se creyó o lo que se enseñó en el pasado más remoto y más reciente queda un testimonio histórico patente, inigualablemente documentado, que señala unos caminos, que apunta a unas líneas de trabajo aún en plena vigencia.
Jesús de Nazaret siempre constituirá un reto, un desafío permanente para el pensamiento, un personaje histórico y controvertido donde los haya habido, por sus indiscutibles cualidades morales, por los eventos extraordinarios que protagonizó en su medio vital de la Palestina de hace veinte siglos, así como por su plena conciencia de una clara misión divina exclusiva para él: la redención de la humanidad. La interpretación y la exégesis del Nuevo Testamento se orientan, pues, indefectiblemente, a un encuentro con el Nazareno cuyos resultados pueden llegar a ser asombrosos.
Páginas: 334
Tamaño: 15 x 23 ctm