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Tratado Alquímico
Hace ya cinco años desde que publiqué la primera parte de mi Theatrum Chemicum Britannicum; Inmediatamente después de lo cual, mis estudios de esa naturaleza recibieron las más desafortunadas interrupciones, pues desde su publicación tuve varios problemas, pero DIOS, no solo me permitió soportar esas impetuosas tormentas multiplicadas, sino que, desde entonces, mis largos sufrimientos se vieron endulzados con fe y pacíficas soluciones.
Y debido a que mis estudios en filosofía hermética, no tolerarían los molestos problemas mencionados anteriormente (pues ello requería una mente serena, pensamientos tranquilos, esfuerzos incansables y de hecho todas las dimensiones que constituyen al hombre) fui forzado a dejarlos de lado. Sin embargo, (para no renunciar a la sociedad de Minerva, que me soportó con tanta indulgencia), me entregué a esos otros estudios, cuya naturaleza lidiaría mejor con los disturbios y con las interrupciones (cuando las tuviera), para poder continuar así posteriormente con menos dificultad; y a su vez así procurarme satisfacer algo de apetito y deleite por conocer.
Todo esto mientras esperaba reunirme con uno y otro, quien (inclinado a adelantar el honor de HERMES a su Familia) se habían tomado la molestia de agregar un Segundo Volumen a mi TEATRO. Debido a los problemas (mencionados) temporalmente largos y pesados sobre mí, me había negado el ocio, a pesar de que tampoco me faltaban mis invitaciones, ni la contribución gratuita de todo lo que había ofrecido con tanto trabajo: hasta el final de la publicación en la cual dejé que el mundo vea, qué excelentes hombres tuvimos una vez en nuestra propia nación, famosos también por ese tipo de Filosofía, como cualquier otra enseñanza y maestros de un secreto tan trascendente. Estos podrían haber sido promovidos: no obstante, no he escuchado nada (hasta ahora) o nada he hecho que me haya gustado.
Hace ya cinco años desde que publiqué la primera parte de mi Theatrum Chemicum Britannicum; Inmediatamente después de lo cual, mis estudios de esa naturaleza recibieron las más desafortunadas interrupciones, pues desde su publicación tuve varios problemas, pero DIOS, no solo me permitió soportar esas impetuosas tormentas multiplicadas, sino que, desde entonces, mis largos sufrimientos se vieron endulzados con fe y pacíficas soluciones.
Y debido a que mis estudios en filosofía hermética, no tolerarían los molestos problemas mencionados anteriormente (pues ello requería una mente serena, pensamientos tranquilos, esfuerzos incansables y de hecho todas las dimensiones que constituyen al hombre) fui forzado a dejarlos de lado. Sin embargo, (para no renunciar a la sociedad de Minerva, que me soportó con tanta indulgencia), me entregué a esos otros estudios, cuya naturaleza lidiaría mejor con los disturbios y con las interrupciones (cuando las tuviera), para poder continuar así posteriormente con menos dificultad; y a su vez así procurarme satisfacer algo de apetito y deleite por conocer.
Todo esto mientras esperaba reunirme con uno y otro, quien (inclinado a adelantar el honor de HERMES a su Familia) se habían tomado la molestia de agregar un Segundo Volumen a mi TEATRO. Debido a los problemas (mencionados) temporalmente largos y pesados sobre mí, me había negado el ocio, a pesar de que tampoco me faltaban mis invitaciones, ni la contribución gratuita de todo lo que había ofrecido con tanto trabajo: hasta el final de la publicación en la cual dejé que el mundo vea, qué excelentes hombres tuvimos una vez en nuestra propia nación, famosos también por ese tipo de Filosofía, como cualquier otra enseñanza y maestros de un secreto tan trascendente. Estos podrían haber sido promovidos: no obstante, no he escuchado nada (hasta ahora) o nada he hecho que me haya gustado.
Páginas: 132
Tamaño: 15 x 22 ctm